6 de septiembre de 2012

África del Sur merece incendiarse contra los “Khadafy” agentes de las transnacionales que saquean a la región y súper-explotan a los trabajadores

Camaradas del Grupo de Estudiantes Socialistas de Namibia:

Recibimos vuestro informe desde Marikana (Sudáfrica). Ustedes hacen una descripción perfecta de ese heroico combate. Desde ya saludamos vuestra militancia y la profundidad de sus observaciones.
 
La mina está rodeada por la policía armada hasta los dientes, y también por los matones estalinistas del COSATU: todos cuidan a la “gerencia”. Pero del lado de los 30.000 obreros que han paralizado la mina, hay 3.000 aguerridos combatientes que garantizan los derechos de la clase obrera, que son el comité y el piquete de huelga. Ellos son los que garantizan la democracia de toda la clase obrera. La defienden de las bandas militares contrarrevolucionarias y de los sicarios estalinistas, y hacen valer todo el peso de los explotados, que son los que extraen con sus pulmones y brazos todas las riquezas de África a cambio de salarios de muerte.

Los mineros de Sudáfrica están en una lucha de vida o muerte. Es más, para ellos seguir viviendo en estas condiciones es morir de a poco. Decenas de miles de obreros mineros han dicho “basta” a decenas de años y años de explotación.
Es una huelga revolucionaria donde la paz social se ha roto y estamos frente a una verdadera guerra de clases, donde los obreros o consiguen los 12.500 rands o matan a la gerencia. Ese es el sentimiento de los trabajadores y de su valeroso comité de huelga.
Esto se lo haremos conocer de parte de ustedes, como corresponsales, a toda la FLTI y a la vanguardia de la clase obrera a nivel mundial.

Hoy lejos de resolverse, la lucha de los mineros de Marikana se ha tensado. La gran contradicción que tiene este combate es que los obreros se sienten fuertes, en una lucha a vida o muerte contra la patronal y contra la burocracia del sindicato, a la que odian; pero en su furia los trabajadores aún no han logrado sacar la conclusión de que la lucha contra la burocracia sindical y contra la patronal es una lucha en todo Sudáfrica y África del Sur, y de todos los trabajadores.
Justamente, lo más peligroso de su combate es el aislamiento que le han impuesto, comenzando por el NUM, su dirección estalinista, la burocracia del COSATU y todos los que hablan en nombre del socialismo a nivel mundial.
Los sinvergüenzas y vendidos de la izquierda social-imperialista inglesa, han sido incapaces de llamar a una sola acción en la City de Londres contra los dueños de Lonmin. Esto es gravísimo, puesto que la clase obrera inglesa pagará con su salario, su trabajo y su cuerpo, una derrota de los mineros de Lonmin. Patrones victoriosos contra la clase obrera del mundo semicolonial, luego aplastan a su propio proletariado. No nos podemos olvidar que eso le pasó a la clase obrera norteamericana, luego de que los piratas imperialistas yanquis masacraran en Irak y Afganistán.

Pero “ayúdate y te ayudarán”, dice el dicho. La tenacidad de los huelguistas da tiempo para que esta lucha se generalice -como ya lo está haciendo- a otras minas de Sudáfrica y a la clase obrera de toda la región. África del Sur merece incendiarse contra los “Khadafy” agentes de las transnacionales que saquean a la región y súper-explotan a los trabajadores. El llamamiento a la unidad con la clase obrera de Lonmin, es para nosotros fundamental.
Los obreros de color aún no se han dado cuenta, porque sus explotadores no quieren que sean concientes de ello, que tienen enormes aliados en las potencias imperialistas. Bastaría un llamamiento de ellos a los obreros afroamericanos y de color de EE.UU. a luchar juntos, y también a todos los inmigrantes perseguidos y apaleados en Europa, para amenazar con un levantamiento de los obreros de color en todo el planeta. Y bastaría con que millones de obreros vean que la lucha de los mineros de Lonmin es su lucha, para crearles a los trabajadores de Marikana las mejores condiciones, no sólo para vencer, sino, para pasar a degüello a sus patrones y gerentes, que es lo mínimo que estos esclavistas se merecen.

Saludos revolucionarios

CEI de la FLTI

 

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